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Para prevenir la enfermedad neumocócica en pediatría, se recomienda la vacunación con la nueva vacuna conjugada de 20 serotipos, que protege contra las cepas más comunes de la bacteria neumococo.

La enfermedad neumocócica es una infección causada por la bacteria Streptococcus pneumoniae, que puede provocar diversas enfermedades en los niños, como neumonía, otitis media, sinusitis, meningitis y bacteriemia.

Esta enfermedad puede ser grave y potencialmente mortal en los niños, especialmente en aquellos menores de 2 años o con sistemas inmunológicos debilitados. Representa una importante causa de morbilidad y mortalidad en todo el mundo.

Entre las causas de muertes por infecciones neumocócicas, la neumonía representa 81% y la meningitis 12%.

Las infecciones virales pueden predisponer a la infección de esta bacteria. Otros agentes infecciosos (virus, bacterias y hongos) pueden causar también neumonía.

El Virus Sincitial Respiratorio es la causa más frecuente de neumonía vírica. Haemophilus influenzae de tipo b (Hib) es la segunda causa más común de neumonía bacteriana yPneumocystis jiroveci es una causa importante de neumonía en menores de seis meses con infección por VIH.

¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad por neumococo?

  • En el caso de neumonía, pueden ser fiebre, tos, dificultad para respirar y dolor en tórax o pecho.
  • En el caso de meningitis, pueden ser fiebre, vómitos, irritabilidad, cefalea, rigidez de cuello, fotofobia y confusión. La meningitis puede dejar secuelas auditivas y neurológicas. En los bebés, la meningitis puede causar insuficiente consumo de alimentos y líquidos, bajo estado de alerta y vómitos.
  • En el caso de infección en sangre los síntomas pueden ser fiebre, escalofríos, bajo nivel de alerta o en los cuadros más graves se puede presentar confusión o desorientación, dificultad para respirar, alta frecuencia cardiaca, sensación de mucho frío, dolor o molestias extremos, piel húmeda o sudorosa
  • En el caso de infección en el oído (otitis media) se puede presentar dolor de oído, enrojecimiento e inflamación del tímpano, fiebre y somnolencia.
  • En el caso de sinusitis pueden tener dolor de cabeza, congestión nasal o moqueo, pérdida del sentido olfatorio, dolor o presión en la cara, goteo retronasal.

Prevención a través de las vacunas

Las vacunas son la mejor manera de prevenir la enfermedad neumocócica. La incorporación en los Calendarios de Vacunación de las vacunas conjugadas han reducido significativamente los casos de enfermedad neumocócica a nivel mundial por los serotipos incluidos en las mismas, en forma directa o por efecto comunitario al reducir la portación nasofaríngea.

Todos los niños menores a 5 años deben recibir la vacunación para neumococo. Los niños de entre 5 y 18 años con ciertas afecciones que aumenten el riesgo de presentar enfermedad neumocócica también deben recibirla, sino se vacunaron previamente.

El esquema actual de la vacuna neumococo 13 valente incluida dentro del calendario nacional de vacunación:

  • 1era dosis: 2 meses de vida
  • 2da dosis: 4 meses de vida
  • Refuerzo de dosis: 12 meses

Nueva vacuna 20 valente

Para prevenir la enfermedad neumocócica en pediatría, se recomienda la vacunación con la nueva vacuna conjugada de 20 serotipos, que protege contra las cepas más comunes de la bacteria neumococo.

La vacuna de 20 serotipos ha demostrado ser altamente efectiva para prevenir la enfermedad neumocócica en los niños, reduciendo la incidencia de neumonía, otitis media y otras infecciones causadas por el neumococo.

Además, también contribuye a disminuir la circulación de la bacteria en la población, protegiendo así a aquellos que no pueden ser vacunados, como los bebés menores de 2 meses.

La vacuna neumocócica conjugada 20 valente, ha sido recientemente aprobada en nuestro país por ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica).

El diseño de la vacuna PCV20 consistió en los mismos componentes que PCV13, más 7 serotipos adicionales de neumococo, por lo que se amplía la protección de esta enfermedad.

El esquema de vacunación varía de acuerdo a la edad. En los más pequeños consta de:

  • 1era dosis: 2 meses de vida
  • 2da dosis: 4 meses de vida
  • 3ra dosis: 6 meses de vida
  • Refuerzo de dosis: 11-15 meses

El Departamento científico de la Fundación Vacunar realizó las recomendaciones para la utilización de esta nueva vacuna en pediatría.

Estas vacunas protegen contra muchos, pero no todos los tipos de bacterias neumocócicas, por lo que existe la posibilidad de que una persona pueda contraer la enfermedad neumocócica aun después de haberse vacunado.

También es importante vacunarse contra la influenza todos los años porque la influenza aumenta las probabilidades de contraer la enfermedad neumocócica.

En resumen, la vacunación con la vacuna de 20 serotipos es fundamental para prevenir la enfermedad neumocócica en pediatría, protegiendo la salud de los niños y reduciendo la incidencia de esta infección potencialmente grave.

Departamento científico
Fundación Vacunar

¿Qué es la neumonía?

La neumonía es la inflamación de un segmento de uno de los pulmones, aunque también puede extenderse a ambos. Es producida por distintos gérmenes incluyendo virus, bacterias y más raramente por otro tipo de gérmenes, como hongos o parásitos.

¿Cómo se presenta?

La neumonía se presenta en forma variable, aunque lo más frecuente es que el paciente presente tos, fiebre, decaimiento, expectoración o flema y algunas veces dolor en el tórax y falta de aire. En personas de edad avanzada o en pacientes con disminución de sus defensas, estas manifestaciones pueden ser menos evidentes.

Los ancianos en algunas ocasiones pueden presentar solamente trastornos de conciencia, cambios de conducta u otras manifestaciones que no orientan a pensar en neumonía, por lo cual el médico y los familiares deben estar atentos para consultar ante situaciones como esta.

¿Quiénes pueden presentar complicaciones?

Los ancianos y los adultos de cualquier edad con factores de riesgo presentan un mayor riesgo de desarrollar complicaciones ante un cuadro de neumonía. Entre los factores de riesgo se encuentran las personas de cualquier edad que tienen disminución en sus defensas, aquellos que tienen enfermedades pulmonares o cardíacas crónicas, diabetes, tabaquismo y otras condiciones que faciliten las complicaciones de la neumonía. Sin embargo, es importante consignar que cualquier persona sana puede padecer una neumonía y que la misma también puede tener una evolución más grave.

Las complicaciones pueden ocurrir cuando las bacterias pasan del tejido pulmonar a la sangre y ocasionan infecciones en otros sitios como las meninges.

También pueden producir la acumulación de pus en la pleura, que es la membrana que recubre los pulmones, y esta acumulación de pus se denomina empiema. Por todos estos motivos, es muy importante la consulta oportuna ya que el pronóstico y la evolución de esta infección es mejor si se interviene en forma temprana.

¿Cuáles son las causas de neumonía?

En casi la mitad de los casos no se puede identificar una causa precisa de esta infección pulmonar.

En los casos en que sí se detecta un agente causal, el más frecuente de todos es una bacteria denominada Streptooccus pneumoniae o más conocida como neumococo, si bien también existen otras bacterias que pueden producirla. Los virus como el de la gripe o influenza, el SARS-CoV-2 (productor del COVID-19) y otros como el virus sincicial respiratorio, también pueden producir neumonía solos o asociados al neumococo; o muchas veces producen una infección inicial que facilita que el neumococo u otras bacterias lleguen al pulmón.

¿Cómo llega el neumococo a producir neumonía?

El neumococo para poder producir una neumonía primero debe estar en las fosas nasales y en la garganta, habitualmente sin producir síntomas y es lo que se denomina colonización. Luego, y por distintos factores que lo facilitan, como las infecciones virales, factores irritativos como el humo del tabaco o problemas asociados a enfermedades crónicas, la bacteria llega al pulmón y produce infección.

En algunos casos, como se menciona anteriormente, el neumococo puede avanzar más allá del pulmón, pasar a la sangre y llegar a otros órganos y producir, por ejemplo, meningitis o artritis o llegar a otras localizaciones. Esto último se observa con más frecuencia en los grupos de riesgo.

¿Qué hacer frente a una neumonía?

  • Es importante la consulta ante los síntomas mencionados para poder hacer la evaluación diagnóstica correspondiente.
  • En caso de que se sospeche que la neumonía sea bacteriana, se dispone de antibióticos efectivos contra el neumococo, pero también debemos recordar que cuanto más se demore el tratamiento, mayor es la posibilidad que la infección tenga una menor respuesta al mismo.

El tratamiento de una neumonía puede hacerse con antibióticos administrados por boca, pero en algunos casos, el médico puede considerar necesario que el paciente sea internado para administrarle antibióticos endovenosos y también para poder brindarle otras medidas de ayuda como oxígeno u otras medicaciones necesarias para controlar la infección.

Estas medidas también pueden ser necesarias en caso de que se sospeche una neumonía viral. Como otras medidas generales también el paciente debe recibir una adecuada hidratación, evitar el contacto frecuente con otras personas y hacer reposo.

¿Cómo se puede prevenir la neumonía?

Existen medidas generales que pueden ayudar a que las personas no padezcan neumonía y otras infecciones como estar bien alimentado, mantener un buen estado físico, no fumar, evitar el hacinamiento, lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón o gel alcohólico, ventilar y mantener limpios los ambientes de la casa. Además de estas medidas generales, hoy se dispone de vacunas que pueden evitar que una neumonía se presente o que se complique. En primer lugar, la vacuna antigripal cumple un rol muy importante en este sentido, ya que el virus de gripe también conocido como virus de influenza, puede producir neumonía por sí mismo o facilitar que el neumococo u otras bacterias produzcan esta infección. Esta vacuna debe administrarse anualmente ya que el virus de la gripe sufre mutaciones o cambios que hacen que la vacuna del año anterior pueda no ser efectiva al año siguiente.

La vacuna es segura, y cualquier persona que desee evitar padecer esta enfermedad o complicarse con una neumonía la puede recibir, aunque es imprescindible que aquellos que tienen factores de riesgo de complicaciones de gripe se la apliquen.

También es muy importante la vacunación contra COVID-19 ya sea iniciando un esquema, para aquellos que nunca fueron vacunados, o recibiendo los refuerzos en los casos que los mismos estén pendientes.

¿Cuál es el rol de la vacuna contra el neumococo?

Esta es una vacuna que tiene un rol muy importante en la protección contra la neumonía y sus complicaciones, también se la conoce como vacuna antineumocócica.

Está dirigida a los grupos de mayor riesgo, incluyendo todos los adultos que tienen más de 64 años y personas de cualquier edad con enfermedades pulmonares y cardíacas crónicas como asma, insuficiencia cardíaca y otras enfermedades hepáticas, diabetes, fístulas de líquido céfalo-raquídeo, implantes cocleares, tabaquismo, insuficiencia renal, trastornos de la inmunidad, falta de bazo y otras condiciones o enfermedades que faciliten la infección por neumococo.

En la actualidad se dispone de tres tipos de vacunas contra neumococo, dos que se denominan vacunas conjugadas y otra conocida como vacuna de polisacáridos.

La vacuna de polisacáridos es la que se dispone desde hace más tiempo, contiene 23 serotipos de neumococo y se recomienda en los grupos antes mencionados.

Las vacunas conjugadas han demostrado que en adultos produce mayor respuesta de anticuerpos que la vacuna de polisacáridos. La vacuna conjugada 13 valente contiene 13 serotipos de neumococo, de los cuales comparte 12 con la vacuna de polisacáridos. Actualmente existe una nueva vacuna conjugada que protege para 20 serotipos de neumococo agregando 7 serotipos adicionales a la 13 valente.

En nuestro país se recomienda la administración de ambas vacunas, la vacuna de 23 polisacáridos y la 13 valente conjugada, en lo que se denomina esquema secuencial, que comprende la aplicación de ambas vacunas, primero la conjugada y luego la de polisacáridos.

Este esquema de vacunación se indica para todas las personas a partir de los 65 años y para adultos menores de esa edad que presenten los factores de riesgo antes mencionados.

Con la llegada de la vacuna conjugada 20 valente este esquema secuencial puede ser reemplazado con una sola aplicación de esta vacuna.

A través del conocimiento adecuado de las infecciones respiratorias y su prevención, se puede disminuir el riesgo de padecerlas o de presentar complicaciones de estas.

Departamento Científico
Fundación Vacunar
Enero 2024