La medicina del viajero es una especialidad médica dedicada a los aspectos relacionados con la prevención de enfermedades y situaciones potencialmente peligrosas a las que están expuestas las personas cuando realizan un viaje.

Comprende no sólo la prevención de enfermedades infecciosas durante el viaje, sino también la seguridad personal de los viajeros y la prevención ante riesgos ambientales. Por ende, incluye diagnóstico y tratamiento de patologías adquiridas en viajes y manifestadas durante el mismo o a su regreso.

Hay destinos que están más relacionados con el riesgo de adquirir enfermedades (como África, India o el Sudeste Asiático).

Sin embargo, no solo debe tenerse en cuenta el destino si no también el tipo de viaje a realizar: el propósito del mismo (vacaciones, trabajo, visita a familiares y amigos), tipo de alojamiento y las características y antecedentes de la persona que consulta.

Es por ello que en el momento de planificar un viaje debemos consultar con nuestro médico de cabecera si el destino amerita realizar una consulta de medicina del viajero.

Realizar con anticipación una consulta médica o especializada de medicina del viajero para verificar las vacunas:

  • De rutina: de acuerdo a tu edad, tu salud y otros factores de riesgo. Un viaje es una oportunidad para poner al día tus vacunas.
  • Requeridas: según las regulaciones gubernamentales de cada país para poder ingresar, como fiebre amarilla, vacunas para la meningitis y vacunas COVID-19.
  • Recomendadas: para proteger tu salud durante el viaje de acuerdo a las enfermedades locales, como la vacuna para fiebre tifoidea.

La consulta determinará además si es necesaria medicación antipalúdica, otra medida sanitaria y/o un botiquín médico básico con los elementos apropiados para las necesidades individuales.

Es importante recordar que los esquemas de vacunación no se reinician: se completan.

Por otro lado, se deben tener en cuenta los intervalos sugeridos entre vacunas y las aplicaciones recientes que hayan recibido respecto al Calendario Nacional de Vacunación, especialmente en niños menores de 2 años y adultos mayores.

Se recomienda hacer la consulta de Medicina del Viajero con, al menos, 8 semanas de anticipación al viaje de modo tal de contar con el tiempo suficiente para seguir todas las recomendaciones en tiempo y forma.

Para aquellos viajeros de último momento se pueden utilizar esquemas acelerados y finalizar la vacunación en el país de destino o a su regreso, siempre teniendo en cuenta que las vacunas pueden ser administradas en forma simultánea y que la protección alcanzada puede ser subóptima sino se finaliza el esquema o la exposición es anterior al inicio de la protección de la vacuna.

Tiempo de planificación de esquemas de vacunación para el viajero:

 

Vacuna Número de dosis Tiempo mínimo de vacunación antes del viaje [1]
Fiebre amarilla Una 10 días
Fiebre tifoidea Una 14 días
Meningocócica conjugada ACWY Una [2] 10-14 días [3]
Rabia 2 o 3 dosis 7 días
Hepatitis B 3 dosis 1 mes en esquemas acelerados
Hepatitis A 2 dosis [4] [5]

 Además de las vacunas, hay otras medidas de prevención y recomendaciones generales que deben ser tenidas en cuenta:

  • Contar con un seguro médico de asistencia al viajero
  • Llevar un botiquín básico y la medicación habitual (siempre teniendo en cuenta posibles contingencias que puedan prolongar el viaje)
  • Prevención de diarrea del viajero: enfermedades transmitidas por agua y alimentos. Consumir agua potable y alimentos seguros.
  • Prevención de enfermedades transmitidas por mosquitos: uso de repelentes. Profilaxis de malaria (según el destino)
  • Prevención de enfermedades de transmisión sexual: uso de preservativo

Prevención de picaduras de insectos

  • Proteja la piel mediante el uso de repelentes a base de DEET (NN dietil metatoluamida) en concentración del 25% al 30%.
  • Colocar repelentes a base de permetrina al 2% en las ropas y mosquiteros, no exponga la piel al mismo (es solo para telas). Marca: HELP Duración de la protección: 1-2 semanas.
  • En el caso de los niños consulte a su pediatra para la recomendación del repelente más adecuado de acuerdo a la edad.
  • No utilizar perfumes (desodorantes con aroma, loción para después de afeitar, etc.), los mismos atraen a los mosquitos.
  • Colocar insecticidas en las habitaciones, tipo pastillas de larga duración, y renuévelos durante toda su estadía o utilice Spray con piretroides.
  • Usar ropa de manga y botamanga larga de colores claros (los colores oscuros atraen a los mosquitos).
  • Cuando se use pantalla solar o cremas, colocarlas 15 minutos antes del repelente.
  • Usar mosquiteros en cunas, carpas y si es posible en los cuartos.
  • Si Ud. tiene fiebre y/o cefalea y está o estuvo en un área con DENGUE: no tome aspirina. Use paracetamol.

¿Cuáles son las vacunas específicas que debe recibir el viajero?

Cada programa de vacunación debe ser personalizado por un médico de acuerdo con las vacunas que recibió previamente el viajero, el estado de salud y los factores de riesgo, así como los países que se visitarán, el tipo y duración del viaje, los tipos de actividades y el tiempo disponible antes de la salida.

Destinos más frecuentes y vacunas contra enfermedades endémicas:

  • Brasil: Muchas áreas de Brasil tienen fiebre amarilla. Precaución a mujeres transitando el primer trimestre del embarazo por riesgo de Zika.
  • Europa y Estados Unidos: Vacunas del calendario nacional. Especial importancia a la vacuna triple viral por aumento de los casos de Sarampión en Europa.
  • México: Fiebre tifoidea y Hepatitis A según el destino.
  • Chile: Vacunas del calendario nacional de vacunación.

Turismo local

¿Necesito vacunas específicas para viajar por Argentina?

Las vacunas del calendario nacional de vacunación. Algunas zonas de Corrientes y Misiones (incluyendo las Cataratas del Iguazú) tienen indicación de vacuna contra la fiebre amarilla.

Dengue

Dengue es la arbovirosis más frecuente en viajeros, así como una de las principales causas de síndrome febril agudo inespecífico, con aumento exponencial de casos en los últimos años, especialmente en destinos tropicales y subtropicales. El riesgo de contraer dengue durante un viaje depende de varios factores incluido el destino, estación del año, duración del viaje y actividades realizadas.

En la prevención del dengue, junto con las medidas conocidas para evitar la transmisión e infecciones, se cuenta con la disponibilidad de una vacuna. Sin embargo, es importante destacar que dicha vacuna aún no ha sido específicamente estudiada para la prevención del dengue en viajeros.

Antes de considerar su aplicación en el contexto de un viaje, se recomienda consultar con un médico infectólogo para recibir orientación adecuada.

El esquema recomendado es de 2 dosis con 3 meses de intervalo.

Las vacunas que pueden ser consideradas para los viajeros se resumen en la tabla.

Enfermedad Indicaciones de vacunación Tipo de vacuna y esquema
Fiebre Amarilla

Es una patología de origen viral, transmitida por el mosquito Aedes y Haemagogus.

 

Requerida para entrar a algunos países, amparados por el Reglamento Sanitario Internacional, donde, en el lugar de origen la enfermedad es endémica.

También se recomienda esta vacunación a todos los viajeros hacia áreas de riesgo donde existe transmisión.

 

Vacuna fiebre amarilla: Vacuna a virus vivos atenuados.

Esquema de 1 dosis a partir de los 9 meses de vida.

Se recomienda la consulta médica profesional para evaluar los riesgos en el país de visita, contraindicaciones [6] y precauciones[7] de la vacuna.

Meningitis Meningocócica

Es una enfermedad grave de origen bacteriano, ocasionada principalmente por 5 serogrupos (A, B, C, W e Y).

Vacuna tetravalente para los serogrupos A, C, W e Y: [8]

Requerida por Arabia Saudita para todos los pelegrinos que visitan La Meca.

Estados Unidos también exige esta vacuna a los estudiantes que permanecerán varios meses en su territorio.

Se recomienda esta vacunación a todos los viajeros hacia áreas con brotes epidémicos, como el cinturón de meningitis africano.

Vacuna tetravalente para los serogrupos A, C, W e Y:

El número de dosis depende del laboratorio productor, así como de la edad y el estado inmunológico del vacunado.

Fiebre Tifoidea

Es una enfermedad febril sistémica de magnitud variable producida por la bacteria Salmonella Typhi.

La vacunación está recomendada a los viajeros que se dirijan a zonas endémicas, en especial a aquellos países donde la enfermedad ha adquirido resistencia a los antibióticos. Es frecuente en zonas con inadecuadas condiciones de saneamiento ambiental y el contagio en los viajeros se relaciona con la ingesta de agua y alimentos contaminados. Vacuna para fiebre tifoidea polisacárida:

Esquema de 1 dosis a partir de los 2 años de vida.

Se recomienda la revacunación ante nuevas exposiciones luego de 3 años de la vacunación.

Rabia

Es una enfermedad viral aguda que afecta al sistema nervioso central, invariablemente fatal, transmitida por animales mamíferos.

El riesgo para los viajeros a áreas o zonas consideradas de riesgo es proporcional a la probabilidad de contacto con mamíferos potencialmente rabiosos, por lo que se recomienda la vacunación a las personas que presentan alto riesgo de exposición.

 

Vacuna purificada en células Vero (Verorab ®) y Vacuna purificada en fibroblastos de embrión de pollo:

Esquema de 2 o 3 dosis

En el caso de que el viajero vacunado previamente sufriera una exposición de riesgo debe recibir dos dosis en un esquema a los 0 y 3 días.

Hepatitis A

Es una enfermedad hepática transmitida por el virus de la Hepatitis A.

La vacuna se recomienda a todos los viajeros no inmunes que se dirijan a zonas de prevalencia alta o intermedia de la enfermedad. Vacuna para Hepatitis A:

Esquema de 2 dosis 0 a 6 meses.[9]

 

Hepatitis B

Es una enfermedad de transmisión sexual producida por el virus de la Hepatitis B.

Se recomienda donde haya posibilidad de situaciones de riesgo.

En Argentina está incorporada al Calendario Nacional de Vacunación para todos sus habitantes

Vacuna para Hepatitis B:

Esquema de 3 dosis 0, 1 y 6 meses.

Existen esquemas acelerados.

Sarampión

Enfermedad altamente contagiosa.

Recomendada para todos los destinos internacionales Vacuna Triple Viral o Doble viral:

6 a 11 meses: una dosis (dosis cero no considerada en calendario)

12 meses: una dosis.

Mayor de 12 meses: dos dosis con intervalo de 1 mes.[10]

Poliomielitis

Enfermedad discapacitante causada por el virus de la poliomielitis.

Los viajeros a países donde existe un mayor riesgo de exposición al poliovirus pueden recibir una dosis de refuerzo única de IPV antes de viajar (ej. África, Afganistán y Pakistán). Niños: esquema de vacunación completo (existen esquemas acelerados).

Adultos: una dosis de refuerzo de vacuna Salk (IPV)

COVID-19

Enfermedad respiratoria causada por el virus pandémico SARS-CoV-2

Se recomienda completar esquemas y actualizar los mismos. Refuerzo cada 6-12 meses dependiendo del riesgo de enfermedad grave.

Otras vacunas: son generalmente aconsejables en casos especiales, en los que se valoran individualmente las características y duración del viaje, las condiciones sanitarias del país de destino, la edad y situación clínica del viajero. Las mismas pueden ser vacuna para la gripe, encefalitis japonesa, neumococo, meningococo, dengue, etc.

Departamento Científico
Fundación Vacunar
Enero 2024

 

ENCLACES DE INTERES

  1. https://www.cdc.gov/travel
  2. http://slamvi.org/
  3. https://www.travax.nhs.uk/
  4. Viajes Internacionales y Salud. Disponible en: https://www.who.int/es/publications/i/item/9789241580472

[1] Tiempo en que se inicia la máxima protección de la vacuna.

[2] Menores de 2 años y huéspedes inmunocomprometidos requieren más de una dosis dependiendo de la edad de inicio del esquema.

[3] Máximo 3 años antes del viaje.

[4] Si los planes no permiten recibir todas las dosis antes de su viaje, se puede recibir al menos 1 dosis lo antes posible antes de viajar.

[5] Debido al largo periodo de incubación de la Hepatitis A se puede administrar hasta el día de la salida.

[6] Contraindicaciones: < 6 meses, hipersensibilidad a algún componente (gelatina, huevo, proteína del pollo, latex, etc.), inmunosupresión, patología del timo asociada a disfunción de la inmunidad celular como Miastenia Gravis, o timoma.

[7] Precauciones: lactantes de 6 a 8 meses, adultos > 60 años, HIV asintomáticos con recuento CD4>200/mm3 o > 15-24% en menores de 6 años, lactancia y embarazo.

[8] Aunque las vacunas para el serogrupo B están ahora disponibles, aún no existe una recomendación general para vacunar a los viajeros.

[9] Si los planes no permiten recibir todas las dosis antes de su viaje, se puede recibir al menos 1 dosis lo antes posible antes de viajar.

[10] Nacidos a partir de 1965 se consideran inmunes y no necesitan vacunarse.

Vacuna contra el Dengue disponible en todos nuestros centros y para el servicio de Vacunar en Casa.

 

¿QUÉ ES EL DENGUE Y CÓMO PREVENIRLO?

El dengue es la enfermedad viral transmitida por vector más ampliamente diseminada en el mundo, y constituye un grave problema de salud pública con alto impacto económico y social.

Una de las características de la enfermedad son sus modalidades epidemiológicas, en particular la hiperendemicidad de los serotipos de este virus en muchos países.

La distribución según la edad de aparición de los casos de dengue varía en los países de la región, si bien cerca del 70 % de los mismos se encuentra en los adolescentes y adultos jóvenes.

Se calcula que 3900 millones de personas corren el riesgo de infección por los virus del dengue. Pese a que existe riesgo de infección en 129 países, el 70 % de la carga real se encuentra en Asia. Es cada vez más frecuente como etiología febril en viajeros internacionales.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en las últimas décadas, la incidencia de dengue ha aumentado. Se estima que se producen 390 millones de infecciones por el virus del dengue cada año, de los cuales 96 millones (24 %) se manifiestan clínicamente, sin distinción del grado de gravedad.

El dengue es una enfermedad viral, transmitida por mosquitos Aedes aegypti, con gran potencial epidémico y ocasionada por cualquiera de los cuatro serotipos virales (DEN-1, DEN-2, DEN-3 y DEN-4). La infección por un determinado serotipo brinda inmunidad homóloga (para ese serotipo) de larga duración y solo protege a corto plazo para otros serotipos. Es decir, no genera inmunidad cruzada, lo que significa que una persona puede infectarse y enfermar cuatro veces.

El virus se transmite al ser humano por medio de la picadura del mosquito Aedes aegypti. Las hembras suelen depositar los huevos en objetos en los que se puede acumular agua. Estos objetos son frecuentes en el interior del domicilio o en área peridomiciliaria.

El hombre infectado es el principal portador y multiplicador del virus. No se transmite de persona a persona.

El mosquito se infecta cuando pica al enfermo, antes de que aparezca el período febril (un día previo) y hasta el final de este (5-6 días). El mismo se vuelve infectante (período de incubación extrínseco) entre 7 y 14 días después de alimentarse con sangre humana que contiene al virus, y lo sigue siendo toda su vida.

El principal factor de riesgo de sufrir esta enfermedad es habitar o visitar una región o país con presencia del vector y circulación del virus. En las localidades donde circula endémicamente el virus, principalmente áreas urbanas por debajo de los 1800 metros sobre el nivel del mar, el problema se agrava si se carece de agua potable. Ante esta situación, el agua se almacena en condiciones que favorecen la multiplicación del mosquito (recipientes sin tapa), además de poseer una cantidad mayor de desechos plásticos que sirven para acumular agua.

Es posible que el cambio climático contribuya a aumentar la población en riesgo de dengue, debido, en primer lugar, al incremento de la transmisión en áreas actualmente endémicas y, en segundo lugar, por la expansión del rango geográfico de los mosquitos Aedes.

Por otro lado, la urbanización, el aumento de la densidad de población, la migración humana y los desplazamientos forzados asociados con la pobreza, también se espera que impulsen el aumento global de la incidencia del dengue.

El dengue es una enfermedad sistémica y muy dinámica, en la que en pocas horas un paciente puede pasar de un cuadro leve a un cuadro grave. Al inicio de la fiebre, no es posible predecir si el paciente tendrá síntomas y signos leves todo el tiempo, o si evolucionará a una forma grave de la enfermedad. Por lo tanto, el equipo de salud debe realizar un seguimiento estricto del paciente, y éste junto a su grupo familiar deben estar atentos a los signos de alarma, controlando a todo paciente con dengue hasta al menos 48 horas de finalizada la etapa febril.

Las formas de presentación y la gravedad de la enfermedad varían con la edad. En los niños, especialmente lactantes, habitualmente es asintomática (80%) o similar a otros cuadros virales, con fiebre, decaimiento, inapetencia, dolor de garganta y rash, autolimitada. En estas formas de presentación el antecedente epidemiológico es fundamental para la sospecha clínica.

El dengue o dengue clásico o “fiebre quebrantahuesos” es la forma de presentación más frecuente, con un cuadro febril agudo (≥39°C) de hasta 7 días de duración, sin síntomas respiratorios, presencia de malestar general, dolor de cabeza, dolor detrás de los ojos, dolores musculares y articulares, náuseas y vómitos. Alrededor del 50% de los casos se acompañan de exantema pruriginoso que se inicia en el tronco y se extiende a extremidades y afecta las palmas y las plantas. Puede ser fugaz o persistir varios días. En un 30% puede presentar hemorragias leves como gingivitis, hemorragias nasales, petequias, etc.

La enfermedad grave se desarrolla hasta en un 5% de los pacientes y probablemente se relacione con una mayor virulencia de la cepa circulante o factores del huésped. Entre ellos, se mencionan los menores de un año, embarazadas, adultos mayores de 65 años, o condiciones subyacentes como diabetes, obesidad, hipertensión, asma, coagulopatía, enfermedad hepática crónica, enfermedad hemolítica, enfermedad renal etc. Se ha asociado más a los serotipos DEN 2 y DEN 3

El riesgo de padecer dengue grave también aumenta cuando la infección por un determinado serotipo es seguida por una nueva infección por un serotipo diferente. En estos casos, los anticuerpos generados contra un primer virus no son capaces de neutralizar al virus que ocasiona la segunda infección, pero se unen a él facilitando su entrada a las células, y potenciando la infección, llegando incluso a células que normalmente no infectaría.

Esta situación puede ocurrir hasta muchos años después de ocurrida la infección primaria, pero no implica, necesariamente, que toda infección secundaria conduzca a dengue grave.

El dengue grave puede, en algunas ocasiones, iniciarse como un dengue clásico y luego de 4 o 5 días la temperatura disminuye y aparecen manifestaciones hemorrágicas, pérdida de plasma por aumento de la permeabilidad vascular y presencia de colecciones líquidas en cavidades serosas (derrame pleural, ascitis, derrame pericárdico) que pueden conducir a un shock.

¿Qué medidas podemos tomar para prevenir el dengue?

  • Eliminar todos los recipientes en desuso que puedan acumular agua (latas, botellas, neumáticos, etc.).
  • Dar vuelta los objetos que se encuentran en el exterior y pueden acumular agua cuando llueve (baldes, palanganas, tambores, botellas).
  • Cambiar el agua de bebederos de animales, colectores de desagües de aires acondicionados o lluvia, dentro y fuera de la casa, cada tres días. Es necesario frotar las paredes de los recipientes con una esponja o cepillo con el fin de desprender los huevos del mosquito que puedan estar adheridos.
  • Rellenar los floreros y portamacetas con arena húmeda.
  • Mantener los patios y jardines limpios, ordenados y desmalezados.
  • Limpiar canaletas y desagües de lluvia de los techos.
  • Tapar los tanques y recipientes que se usan para recolectar agua.
  • Verter agua hirviendo en las rejillas y colocarles tela mosquitera.

También es importante prevenir las picaduras del mosquito:

  • Usar siempre repelentes, siguiendo cuidadosamente las recomendaciones del envase.
  • Utilizar ropa clara que cubra los brazos y las piernas, especialmente durante las actividades al aire libre.
  • Colocar mosquiteros en puertas y ventanas, y cuando sea posible, usar ventiladores o aire acondicionado en las habitaciones.
  • Proteger cunas y cochecitos de bebés con telas mosquiteras.
  • Utilizar repelentes ambientales como tabletas y espirales.

La recomendación del Grupo Asesor de Expertos de la OMS es que la introducción de una vacuna del dengue debe ser parte de una estrategia global de control de la enfermedad junto con una comunicación adecuada, el control de vectores sostenido, la atención clínica basada en la evidencia y una estricta vigilancia epidemiológica.

El desarrollo de una vacuna contra el dengue ha llevado muchos años de investigaciones, con avances y retrocesos, ya que esta enfermedad puede evolucionar hacia una forma grave o hemorrágica y los mecanismos por lo que esto se produce están mediados por los propios anticuerpos. Y este fue el gran desafío de las vacunas.

La vacuna Qdenga® del laboratorio Takeda, fue aprobada por ANMAT en abril de 2023 y se encuentra disponible en la Argentina.

Es una vacuna a virus vivo atenuado, tetravalente (contra los cuatro serotipos de virus dengue), producida mediante tecnología de ADN recombinante.

Está indicada a partir de los 4 años con esquema de dos dosis (0 y 3 meses) para todos aquellos individuos que hayan o no padecido una infección previa por cualquiera de los serotipos del virus dengue.

No se ha establecido necesidad de revacunación. Se administra por vía subcutánea.

Las contraindicaciones de esta vacuna incluyen:

  • Hipersensibilidad a los principios activos o a alguno de los excipientes incluidos en la vacuna, o hipersensibilidad a una dosis previa de Qdenga.
  • Personas con inmunodeficiencias congénitas o adquiridas, incluidos los tratamientos inmunosupresores como la quimioterapia o altas dosis de corticoesteroides sistémicos (p. ej., 20 mg/día o 2 mg/kg de peso corporal por día de prednisona durante dos semanas o más) en las cuatro semanas previas a la vacunación, al igual que con otras vacunas atenuadas vivas.
  • Personas con infección sintomática por VIH o con infección asintomática por VIH cuando va acompañada de indicios de deterioro de la función inmunitaria.
  • Mujeres embarazadas.
  • Mujeres en periodo de lactancia.

Importante: la vacuna puede coadministrarse con otras vacunas de calendario y/o estacionales (antigripal) el mismo día de la vacunación o en días diferidos sin respetar ningún intervalo, salvo las vacunas a virus vivos (triple viral, varicela y fiebre amarilla) que sino se administran el mismo día se debe respetar un intervalo de 4 semanas entre las mismas.

La fiebre amarilla es una enfermedad infecciosa zoonótica viral aguda causada por el virus de la fiebre amarilla, transmitida por mosquitos de los géneros Aedes y Haemagogus.

Es endémica en áreas subtropicales y tropicales de Sudamérica y África. Su presentación clínica es variada, fluctuando desde una enfermedad febril leve y autolimitada (lo más frecuente) hasta una enfermedad hemorrágica y hepática grave (con un 50 % de letalidad).

La palabra amarilla del nombre se refiere a los signos de ictericia que afecta a los pacientes con formas graves de la enfermedad.

Desde el momento de la picadura hasta la aparición de los síntomas pueden transcurrir de tres a siete días. ​

La duración de la enfermedad en caso de curación es de una a dos semanas. Se pueden distinguir dos formas clínicas:

Forma leve: es poco característica, comienza bruscamente con fiebre elevada, escalofríos y cefalea. Pueden existir, además, dolores musculares, náuseas y vómitos. Suele durar de uno a tres días y autolimitarse sin complicaciones.

Forma grave: tras un período inicial similar al anterior, en el que pueden existir además de sangrado nasal y de encías, se produce un descenso febril (remisión). A continuación reaparece la fiebre, se instaura ictericia (100 % de los casos), también puede aparecer insuficiencia hepática o renal y agravamiento de las hemorragias.

La fiebre amarilla no tiene tratamiento específico. Las medidas terapéuticas son de sostén.

PREVENCIÓN

Estrategia de vacunación

La vacuna contra fiebre amarilla está incluida en el Calendario Nacional de Vacunación para residentes argentinos en zona de riesgo como en las provincias de Misiones y Formosa y algunos departamentos de Corrientes, Chaco, Salta y Jujuy:

  • 1era dosis:18 meses de vida
  • Refuerzo:11 años
  • Viajeros:En caso de viajeros a zonas de riesgo, una sola dosis es suficiente para protegerse a lo largo de toda la vida (mínimo 10 días antes del viaje). Se sugiere consulta médica para evaluar posibles precauciones y/o contraindicaciones.

Contraindicaciones y precauciones para recibir la vacuna contra la fiebre amarilla.

  • Alergia a componentes de la vacuna (huevos de gallina y sus derivados y antibióticos como la neomicina y kanamicina)
  • Edad menor a 6 meses
  • Infección sintomática por VIH, o tener recuento de linfocitos CD4+ <200/mm3 (<15%del total en niños menores de 6 años)
  • Enfermedades del timo asociadas a función inmune anormal
  • Timomas benignos o malignos
  • Inmunodeficiencias primarias
  • Tumores malignos
  • Trasplantes
  • Tratamientos inmunosupresores o inmunomoduladores

Precauciones

Quienes integran los grupos que se detallan a continuación tienen un riesgo aumentado de efectos adversos potencialmente graves asociados a la vacunación. Para estos casos, se recomienda no viajar a destinos con transmisión activa de fiebre amarilla. Si el viaje fuera impostergable, un médico infectólogo o especialista en viajeros deberá evaluar la conveniencia de indicar la vacunación y emitir una orden médica para recibir la vacuna.

  • Edad 6 a 8 meses
  • Edad igual o mayor a 60
  • Infección asintomática por VIH y recuento de linfocitos T CD4+ entre 200 y 499/mm3 (15-24% del total en niños menores 6 años de edad)
  • Embarazo
  • Lactancia: las mujeres que están en periodo de lactancia entre el nacimiento y los 8 meses inclusive podrán transmitir a sus hijos el virus vacunal a través de la leche.

Es importante tener en cuenta que esta vacuna se puede aplicar en el mismo momento que cualquier otra vacuna, pero en sitios diferentes. En el caso de vacunas de virus vivos atenuados (varicela, triple viral), si no se aplican simultáneamente debe respetarse un intervalo de, al menos, 28 días entre una y otra aplicación. Cabe aclarar que esta vacuna se puede aplicar en forma simultanea con la vacuna contra el dengue.

Departamento de la Fundación Vacunar

Sitios de consulta:

www.cdc.gov/travel

http://www.icbcclub.com.ar/

https://www.slamvi.org/web/

El sarampión es una enfermedad altamente contagiosa, estimándose una tasa de ataque secundario de alrededor del 90 % en personas susceptibles  luego del contacto con un enfermo. La infección es producida por el virus del sarampión (virus ARN de cadena simple, perteneciente  a la familia paramyxoviridae del género Morbillivirus), que en ausencia de vacunación afecta principalmente a niños, pero también pueden infectarse personas de cualquier edad no inmunizadas.

La transmisión es de persona a persona, por contacto directo a través de gotitas Flügge o por propagación aérea, con menor frecuencia, ya que el virus puede sobrevivir en el aire hasta dos horas.

Tras un período de incubación de alrededor de 10 días, se manifiesta clínicamente con un período pre-exantemático de 3 o 4 días de duración, de comienzo brusco con  fiebre, coriza, catarro bronquial y conjuntival (enfermedad de los 3 catarros).

En el último día de este período aparece un enantema en la boca, blanquecino, (manchas de Koplic), en la cara interna de los carrillos a la altura del segundo molar.

El período exantemático se presenta con pequeñas lesiones eritematosas o maculopapulares que comienzan en la cara y tronco y después se extiende a los miembros (distribución cefalocaudal). Este período dura 4-5 días y la aparición del exantema coincide generalmente con el pico de fiebre. Comienza a desvanecerse para el tercer día, en el mismo orden en que se presentó, dejando una fina descamación en las zonas afectadas.

En los lactantes, niños pequeños y adultos mayores, pueden aparecer complicaciones. La frecuencia de las complicaciones depende mucho de la edad y  del estado nutricional de los niños; por esta razón, en los grupos con más bajo nivel socioeconómico se observa un mayor porcentaje de las mismas. De la misma manera aumenta cuando se trata de inmunocomprometidos (menores de un año, pacientes oncológicos, HIV, pacientes con enfermedades hematológicas etc.).

Las complicaciones  pueden ser:

  1. Propias del virus: hemorragias (se presentan con máculas y pápulas hemorrágicas), neumonitis (es la más común), encefalitis.
  2. Por infecciosas asociadas: neumonía, otitis. laringotraqueobronquitis

En el embarazo es causa de abortos y RCIU, con mayor incidencia de malformaciones cuando la infección se contrae durante el primer trimestre.

Una complicaciones menos frecuentes es una entidad denominada Panencefalitis esclerosante subaguda. Es una enfermedad crónica, progresiva y rara que afecta niños y adultos jóvenes. Se caracteriza por una historia de sarampión primario seguida por algunos años sin síntomas tras los cuales se inicia un deterioro psiconeurológico  lento y progresivo. El tratamiento recomendado es la administración de interferón y antivirales. ​No existe cura para esta enfermedad y el desenlace es fatal entre uno y tres años posteriores al diagnóstico.

El sarampión es letal hasta en 1-2 de cada 1000 niños que enferman. No existe tratamiento específico para el sarampión, sin embargo, para la prevención se dispone de una vacuna segura y eficaz en el Calendario Nacional de Vacunación de Argentina.

La vacuna disponible es  la triple viral (SRP) (sarampión, rubeola, parotiditis) (MMR II ©) en pediatría y la doble viral (SR) en la población adulta.

La triple viral es una suspensión de los tres virus vivos atenuados y el esquema recomendado es de dos dosis:

1° dosis: al año de vida

2° dosis: al ingreso escolar

Debe respetarse un intervalo mínimo de 4 semanas entre las dosis y en el caso de no haber recibido las vacunas según lo marca el calendario nacional, deberá completarse o recibir el esquema a los 11 años.

En la población adulta está indicada en el puerperio inmediato en mujeres susceptibles (una dosis de doble viral), debiendo hacerse hincapié en la inmunización de mujeres en edad fértil.

Las contraindicaciones de la vacuna son el embarazo, los menores de 6 meses, los estados de inmunosupresión, los cuadros febriles agudos y los antecedentes de alergia grave con dosis previa (generalmente por alergia a componentes de la vacuna como gelatina y neomicina)

ALERTA EPIDEMIOLÓGICA

La circulación del virus del sarampión en la Región de las Américas continúa activa. En el corriente año, entre la semana epidemiológica (SE) 1 y la SE 43, dos países y un territorio de la región notificaron casos confirmados de sarampión: Brasil, con 619 casos confirmados, los Estados Unidos de América, con 47 casos confirmados y Guayana Francesa, con 5 casos confirmados.

En Argentina, el último caso endémico se registró en el año 2000. Desde la eliminación de la enfermedad hasta el año 2018 se registraron un total de 43 casos importados y relacionados a la importación. Entre SE 1/2019 y 12/2020 se confirmaron un total de 199 casos de sarampión, de los cuales 18 fueron importados, 2 relacionados a la importación y 179 casos de origen desconocido, éstos últimos correspondieron al mayor brote desde la eliminación, que se extendió entre la SE 33 del año 2019 y la SE 12 del año 2020.

La Argentina mantiene su condición de país libre de sarampión. Sin embargo, la continua circulación del virus en otros países de la región y del mundo, sumado a la disminución de las coberturas de vacunación (que se acentuó durante la pandemia Covid 19) y la apertura de fronteras para viajeros provenientes del exterior, supone un  alto riesgo de importación de casos y desarrollo de brotes. Para sostener los logros y evitar la reintroducción del virus al país, se requiere sostener altas coberturas de vacunación con dos dosis de vacuna contra el sarampión (doble o triple viral) y un sistema de vigilancia sensible capaz de detectar oportunamente los casos y así evitar su diseminación.

Para evitar la reintroducción del virus del sarampión en el país, el Ministerio de Salud de la Nación recomienda:

Verificar esquema de vacunación completo para la edad según Calendario Nacional

  • De 12 meses a 4 años: deben acreditar UNA DOSIS de vacuna triple viral
  • De 5 a 50 años:  deben acreditar al menos DOS DOSIS de vacuna con componente contra el sarampión aplicada después del año de vida (doble o triple viral) o contar con serología IgG positiva para sarampión
  • Las personas nacidas antes de 1965 se consideran inmunes y no necesitan vacunarse.

Para residentes de Argentina que viajen al exterior

  • Niños de 6 a 11 meses de vida: deben recibir UNA DOSIS de vacuna doble viral o triple viral (“dosis cero”). Esta dosis no debe ser tenida en cuenta como esquema de vacunación de calendario.
  • Niños de 12 meses: Deben recibir UNA DOSIS correspondiente al calendario
  • Niños de 13 meses a 4 años inclusive: deben acreditar al menos DOS DOSIS de vacuna triple viral.
  • Mayores de 5 años y adolescentes: deben acreditar al menos DOS DOSIS de vacuna con componente contra el sarampión (doble o triple viral) aplicada después del año de vida o confirmar la presencia de anticuerpos contra sarampión (serología IgG+ contra sarampión).
  • Adultos de 18 años y mayores: deben acreditar al menos DOS DOSIS de vacuna con componente contra el sarampión (doble viral) aplicada después del año de vida
  • Las personas nacidas antes de 1965: son consideradas inmunes y no deben vacunarse.
  • Embarazadas: Se recomienda viajar si acreditan al menos DOS DOSIS de vacuna con componente antisarampionoso (doble viral) aplicada después del año de vida o confirmar la presencia de anticuerpos contra sarampión (serología IgG+ contra sarampión). Se aconseja considerar aplazar y/o repogramar el viaje en embarazadas sin antecedentes comprobables de vacunación o sin anticuerpos contra el sarampión, así como en menores de 6 meses de vida por no poder recibir la vacuna y ser el grupo de mayor vulnerabilidad.