¿Qué es la neumonía?

La neumonía es la inflamación de un segmento de uno de los pulmones, aunque también puede extenderse a ambos. Es producida por distintos gérmenes incluyendo virus, bacterias y más raramente por otro tipo de gérmenes, como hongos o parásitos.

¿Cómo se presenta?

La neumonía se presenta en forma variable, aunque lo más frecuente es que el paciente presente tos, fiebre, decaimiento, expectoración o flema y algunas veces dolor en el tórax y falta de aire. En personas de edad avanzada o en pacientes con disminución de sus defensas, estas manifestaciones pueden ser menos evidentes.

Los ancianos en algunas ocasiones pueden presentar solamente trastornos de conciencia, cambios de conducta u otras manifestaciones que no orientan a pensar en neumonía, por lo cual el médico y los familiares deben estar atentos para consultar ante situaciones como esta.

¿Quiénes pueden presentar complicaciones?

Los ancianos y los adultos de cualquier edad con factores de riesgo presentan un mayor riesgo de desarrollar complicaciones ante un cuadro de neumonía. Entre los factores de riesgo se encuentran las personas de cualquier edad que tienen disminución en sus defensas, aquellos que tienen enfermedades pulmonares o cardíacas crónicas, diabetes, tabaquismo y otras condiciones que faciliten las complicaciones de la neumonía. Sin embargo, es importante consignar que cualquier persona sana puede padecer una neumonía y que la misma también puede tener una evolución más grave.

Las complicaciones pueden ocurrir cuando las bacterias pasan del tejido pulmonar a la sangre y ocasionan infecciones en otros sitios como las meninges.

También pueden producir la acumulación de pus en la pleura, que es la membrana que recubre los pulmones, y esta acumulación de pus se denomina empiema. Por todos estos motivos, es muy importante la consulta oportuna ya que el pronóstico y la evolución de esta infección es mejor si se interviene en forma temprana.

¿Cuáles son las causas de neumonía?

En casi la mitad de los casos no se puede identificar una causa precisa de esta infección pulmonar.

En los casos en que sí se detecta un agente causal, el más frecuente de todos es una bacteria denominada Streptooccus pneumoniae o más conocida como neumococo, si bien también existen otras bacterias que pueden producirla. Los virus como el de la gripe o influenza, el SARS-CoV-2 (productor del COVID-19) y otros como el virus sincicial respiratorio, también pueden producir neumonía solos o asociados al neumococo; o muchas veces producen una infección inicial que facilita que el neumococo u otras bacterias lleguen al pulmón.

¿Cómo llega el neumococo a producir neumonía?

El neumococo para poder producir una neumonía, primero debe estar en las fosas nasales y en la garganta, habitualmente sin producir síntomas y es lo que se denomina colonización. Luego, y por distintos factores que lo facilitan, como las infecciones virales o problemas asociados a enfermedades crónicas, la bacteria llega al pulmón y produce infección. En algunos casos, el neumococo puede avanzar más allá del pulmón, pasar a la sangre y llegar a otros órganos y producir, por ejemplo, meningitis o artritis o llegar a otras localizaciones como se mencionó
anteriormente. Esto último se observa con más frecuencia en los grupos de riesgo.

¿Qué hacer frente a una neumonía?

Es importante la consulta ante los síntomas mencionados para poder hacer la evaluación
diagnóstica correspondiente.

En caso de que se sospeche que la neumonía sea bacteriana, se dispone de antibióticos efectivos contra el neumococo, pero también debemos recordar que cuanto más se demore el tratamiento, mayor es la posibilidad que la infección tenga una menor respuesta al mismo.

El tratamiento de una neumonía puede hacerse con antibióticos administrados por boca, pero en algunos casos, el médico puede considerar necesario que el paciente sea internado para administrarle antibióticos endovenosos y también para poder brindarle otras medidas de ayuda como oxígeno u otras medicaciones necesarias para controlar la infección.

Estas medidas también pueden ser necesarias en caso de que se sospeche una neumonía viral. Como otras medidas generales también el paciente debe recibir una adecuada hidratación, evitar el contacto frecuente con otras personas y hacer reposo.

¿Cómo se puede prevenir la neumonía?

Existen medidas generales que pueden ayudar a que las personas no padezcan neumonía y otras infecciones como estar bien alimentado, mantener un buen estado físico, no fumar, evitar el hacinamiento, lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón o gel alcohólico, ventilar y mantener limpios los ambientes de la casa. Además de estas medidas generales, hoy se dispone de vacunas que pueden evitar que una neumonía se presente o que se complique. En primer lugar, la vacuna antigripal cumple un rol muy importante en este sentido, ya que el virus de gripe también conocido como virus de influenza, puede producir neumonía por sí mismo o facilitar que el neumococo u otras bacterias produzcan esta infección. La vacuna debe administrarse anualmente ya que el virus de la gripe sufre mutaciones o cambios que hacen que la vacuna del año anterior pueda no ser efectiva al año siguiente.

La vacuna es segura, y cualquier persona que desee evitar padecer esta enfermedad o complicarse con una neumonía la puede recibir, aunque es imprescindible que aquellos que tienen factores de riesgo de complicaciones de gripe se la apliquen.

También es muy importante la vacunación contra COVID-19 ya sea iniciando un esquema, para aquellos que nunca fueron vacunados, o recibiendo los refuerzos en los casos que los mismos estén pendientes.

¿Cuál es el rol de la vacuna contra el neumococo?

Esta es una vacuna que tiene un rol muy importante en la protección contra la neumonía y sus complicaciones, también se la conoce como vacuna antineumocóccica.

Está dirigida a los grupos de mayor riesgo, incluyendo todos los adultos que tienen más de 64 años y personas de cualquier edad con enfermedades pulmonares y cardíacas crónicas como asma, insuficiencia cardíaca y otras enfermedades hepáticas, diabetes, fístulas de líquido céfalo-raquídeo, implantes cocleares, tabaquismo, insuficiencia renal, trastornos de la inmunidad, falta de bazo y otras condiciones o enfermedades que faciliten la infección por neumococo.

En la actualidad se dispone de dos tipos de vacunas contra neumococo, una que se denomina vacuna conjugada y otra conocida como vacuna de polisacáridos. La vacuna de polisacáridos es la que se dispone desde hace más tiempo, contiene 23 serotipos de neumococo y se recomienda en los grupos antes mencionados. La vacuna conjugada ha demostrado que en adultos produce mayor respuesta de anticuerpos que la vacuna de polisacáridos. Esta vacuna contiene 13 serotipos de neumococo, de los cuales comparte 12 con la vacuna de polisacáridos.

En nuestro país se recomienda la administración de ambas vacunas en lo que se denomina esquema secuencial, que comprende la aplicación de ambas vacunas, primero la conjugada y luego la de polisacáridos.

Este esquema de vacunación se indica para todas las personas a partir de los 65 años y para adultos menores de esa edad que presenten los factores de riesgo antes mencionados.

A través del conocimiento adecuado de las infecciones respiratorias y su prevención, se puede disminuir el riesgo de padecerlas o de presentar complicaciones de estas.

Comité Científico
Fundación Vacunar

HERPES ZÓSTER: CARACTERÍSTICAS Y PREVENCIÓN A TRAVÉS DE LA VACUNA

¿Qué es el herpes zóster?

El herpes zóster (HZ), o conocido comúnmente como culebrilla, es producido por el mismo virus que produce la varicela que, luego de la misma, es capaz de permanecer en forma latente en los ganglios nerviosos y reaparecer mucho tiempo después en forma localizada en la piel a lo largo de cualquier trayecto de un nervio. Se puede presentar en el tórax, cara, piernas, etc.

¿Por qué se produce y a quiénes afecta con más frecuencia?

Habitualmente se asocia a una disminución de las defensas que se observa a lo largo de la vida de una persona, proceso que se denomina inmunosenescencia. Por este motivo, la enfermedad aparece con más frecuencia a partir de los 50 años. También puede presentarse en personas más jóvenes con alteraciones de su inmunidad por diferentes enfermedades o tratamientos. Se ha observado también que el HZ se presenta un poco más frecuentemente en mujeres que en hombres. En personas que padecen ciertas enfermedades, también se observa un mayor riesgo de desarrollo de HZ, como en aquellos con EPOC, asma, diabetes, enfermedad renal crónica, depresión, lupus eritematoso sistémico y enfermedad inflamatoria intestinal.

¿Cuáles son los signos y síntomas de esta enfermedad?

Se caracteriza por la presencia de un intenso dolor u otras manifestaciones como sensación de quemadura, que pueden ser muy intensas, que acompañan el desarrollo de las lesiones en la piel o pueden, inclusive, comenzar 5 a 7 días antes de la misma en el trayecto del nervio donde se desarrollarán dichas lesiones. Esto ocurre hasta en el 74% de los casos y la presencia de dolor sin que se hayan presentado aún las lesiones cutáneas, puede llevar a plantear otros posibles diagnósticos sobre distintas causas, lo que conduce habitualmente a la puesta en práctica de múltiples estudios (electrocardiograma, radiografías, ecografías, etc.). Las manifestaciones en la piel se caracterizan por la presencia de manchas rojas (lesiones eritematosas), seguidas, horas o hasta uno o dos días después, por la aparición de vesículas o ampollas. Luego del tercer día se transforman en pústulas y finalmente, entre el séptimo y décimo día, en costras. Los pacientes pueden presentar otros síntomas asociados como fiebre, escalofríos, malestar general e inflamación de los ganglios.

¿Se puede repetir el herpes zóster?

Un episodio de HZ puede repetirse hasta en un 12% de los casos.

¿Puede presentar complicaciones una persona que padece herpes zóster?

De todos los casos de HZ, hasta el 3% requerirá internación (en mayores de 65 años hasta el 10%).
Se pueden presentar varias complicaciones asociadas a un episodio de HZ (tabla 1).

De la piel

Infecciones bacterianas sobreagregadas

Compromiso ocular

Conjuntivitis, queratitis, atrofia de papila

Compromiso del oído

Disminución de la audición, dolor, parálisis facial

Compromiso del sistema nervioso central y vascular

Encefalitis, meningitis, accidentes cerebrovasculares

Dolor

Dolor agudo durante el episodio

Neuralgia post herpética (NPH)

Tabla 1. Complicaciones de herpes zóster

Se debe destacar que, durante un episodio de HZ oftálmico, se presentan complicaciones oculares en el 20% a 70% de los casos. Por este motivo, siempre se requiere siempre control oftalmológico precoz.

¿Qué es la neuralgia post-herpética?

La neuralgia post-herpética (NPH) es la complicación más común del herpes zóster (HZ). Se manifiesta con dolor que se extiende más allá de los tres meses del episodio de HZ y afecta seriamente la calidad de vida. Se puede presentar hasta en un 30% de los episodios siendo esta frecuencia mayor, a mayor edad.
La manifestación más conocida de la NPH es el intenso dolor en la zona afectada, aunque pueden presentarse otros equivalentes como aumento de la sensibilidad local, sensación de hormigueo y otras manifestaciones. La NPH es debilitante, provoca trastornos del sueño y alteraciones de la vida diaria que pueden resultar en pérdida de peso y apetito, fatiga, depresión, disminución de actividades sociales y laborales y pérdida de vida independiente.

Su manejo terapéutico es muy complejo, la NPH puede durar muchos meses e inclusive años, y puede requerir la utilización de múltiples medicamentos.

¿Tiene algún tratamiento el herpes zóster?

Se puede tratar con antivirales como aciclovir o valaciclovir. Para que el tratamiento tenga algún beneficio debe iniciarse lo antes posible, dentro de las 48 a 72 horas de la aparición de las lesiones.

¿Se puede prevenir el herpes zóster y la neuralgia post herpética a través de una vacuna?

Sí, actualmente se dispone de la vacuna Shingrix® que es una vacuna recombinante inactivada contra el herpes zoster que contiene una proteína del virus de herpes varicela zóster llamada glicoproteína E junto a un sistema de adyuvante AS01B que aumenta la respuesta a la vacuna. Los estudios de esta vacuna desarrollados en adultos a partir de 50 años demostraron una robusta respuesta y una elevada eficacia para la prevención del HZ y de la NPH. En el primer caso la eficacia fue del 97.2% a partir de los 50 años y de 89.8% a partir de los 70 años y, para la prevención de NPH,
fue del 100% en el grupo de 50–69 años y de 88.8% en el de ≥ 70 años.

También se pudo observar en estos estudios que la vacuna redujo otras complicaciones del HZ.

La vacuna contra el HZ se puede administrar simultáneamente con otras vacunas como la vacuna cuadrivalente inactivada contra influenza, la vacuna antineumocócica de 23 polisacáridos, la vacuna doble adultos (difteria y tétanos), la triple acelular (doble adultos + coqueluche) y la vacuna contra COVID-19.
En los estudios en adultos inmunocomprometidos de 18 años o mayores, la vacuna recombinante contra HZ demostró adecuada respuesta inmune y eficacia en pacientes con HIV, trasplantes de órgano sólido y médula, enfermedades oncológicas y oncohematológicas.

La vacuna se administra por vía intramuscular en el brazo en dos dosis separadas por un intervalo no menor a dos meses en adultos a partir de los 50 años y, en adultos con inmunocompromiso, a partir de los 18 años, también se administran dos dosis, pero con un intervalo de 1 mes.

La vacuna demostró ser muy segura y el efecto adverso más común fue el dolor en el sitio de aplicación.

Comité Científico Fundación Vacunar
Abril 2023

El 26 de abril de este año la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) autorizó el uso de la vacuna contra el dengue TAK-003, nombre comercial Qdenga, desarrollada por el laboratorio japonés Takeda. La vacuna también había sido aprobada previamente por las agencias regulatorias de la Unión Europea, Reino Unido y Brasil.

Tras la aprobación por parte de la ANMAT, el laboratorio establecerá los protocolos de inicio del proceso productivo para el envío de la misma a nuestro país, siempre siguiendo estándares de calidad y trazabilidad, para su posterior comercialización en territorio nacional.

La aprobación se basa resultados de cinco ensayos de Fase 1, 2 y 3 con más de 28 000 niños y adultos. El ensayo clínico de Fase 3 contó con la participación de ocho países con dengue endémico y 4.5 años de recolección de datos de seguridad y eficacia. TAK-003 previno el 84 % de los casos de hospitalización por dengue y el 61 % de los casos de dengue sintomático en la población general, incluidos tanto los individuos seropositivos como los seronegativos.

Es una vacuna a virus vivo atenuado que se basa en el virus del dengue 2, al que se añade ADN de los otros tres serotipos para proteger contra cualquiera de los cuatro tipos de dengue. Puede utilizarse a partir de los 4 años, hayan cursado o no previamente la enfermedad.

Su forma de administración son dos dosis con un intervalo de tres meses.

Es importante tener en cuenta que, frente al brote actual, la mejor estrategia de prevención sigue siendo la participación de la comunidad en relación al control y eliminación de criaderos de mosquitos, así como el fortalecimiento de la comunicación de las medidas de prevención para evitar picaduras de mosquitos y el empleo de métodos de aislamiento vectorial (repelentes, espirales, mosquiteros, etc.).

Comité Científico
Fundación Vacunar

Referencias:

  1. Ministerio de Salud. Argentina. Comunicado de Prensa: “La ANMAT aprobó el uso de la vacuna del laboratorio Takeda contra el dengue”. Disponible en: https://www.argentina.gob.ar/noticias/la-anmat-aprobo-el-uso-de-la-vacuna-del-laboratorio-takeda-contra-el-dengue
  2. Takeda Company. Disponible en: https://www.takeda.com/search?query=dengue
  3. Ministerio de Salud. Argentina.  Dengue.
    Disponible en: https://www.argentina.gob.ar/salud/glosario/dengue#:~:text=Usar%20siempre%20repelentes%2C%20siguiendo%20cuidadosamente,aire%20acondicionado%20en%20las%20habitaciones.

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Estado de situación epidemiológica en la Argentina

De acuerdo con la situación epidemiológica de gripe aviar que actualmente afecta a la Región de las Américas, y a Argentina en particular, compartimos el siguiente documento realizado por un grupo de expertos reunidos en el FLU FORUM, del que participó el Dr. Pablo Bonvehí, miembro del Comité Científico de la Fundación Vacunar.

Dicho trabajo tiene como objetivo evaluar potenciales riesgos, informar y ofrecer recomendaciones basadas en evidencia.

La enfermedad meningocócica invasiva (EMI) es una infección grave, potencialmente letal, causada por Neisseria meningitidis (Meningococo). Es una enfermedad poco frecuente, pero con alta morbimortalidad (10 % mortalidad / 20 % complicaciones). Es de distribución mundial y se presenta en forma de brotes o epidemias.

En Argentina, el grupo más vulnerable lo constituyen los niños menores de 1 año, especialmente los menores de 9 meses.

El meningococo (Neisseria meningitidis) tiene como único reservorio al ser humano y se transmite de persona a persona a través de gotas de secreciones que expulsamos al hablar, toser, estornudar etc. Se han descrito 12 serogrupos de esta bacteria, aunque sólo 6 de ellos han demostrado poder patógeno en el ser humano: A, B, C, X, W e Y.

Si bien la prevalencia de los serogrupos es variable e impredecible, en Argentina los serogrupos prevalentes son el W y el B.

Un factor importante en la epidemiología de la enfermedad es la portación nasofaríngea, prerrequisito indispensable para el desarrollo de enfermedad invasiva que desarrolla el 1 % de los portadores.

Esta portación es más frecuente en adolescentes y adultos jóvenes. Se estima que la tasa de portación en Buenos Aires es del 13,8 %.

Existen factores que favorecen el desarrollo de EMI. Entre ellos se mencionan:

  • Exposición al humo del tabaco o fumar tabaco
  • Antecedente reciente de enfermedad respiratoria, gripe.
  • Convivencia estrecha con elevado porcentaje de portadores asintomáticos (cuarteles, prisiones etc.)
  • Situaciones de inmunosupresión.
  • Viajeros a zonas o países donde la enfermedad meningocóccica es endémica, tal es el caso del África subsahariana.
  • Tratamiento con determinados anticuerpos monoclonales que aumentan entre 1000 a 2000 el riesgo de sufrir enfermedad meningocócica.

Sin embargo, el 90 % de los casos de EMI se presentan en pacientes previamente sanos, sin factores de riesgo conocidos

Luego de un período de incubación corto, de 3 o 4 días, la enfermedad meningocócica invasiva tiene tres formas clásicas de presentación:

  • Meningitis (45%), es la inflamación del LCR y las membranas que recubren el encéfalo y la médula espinal. Las meningitis sin shock, cuando son diagnosticadas precozmente y con tratamiento adecuado, suelen cursar
    sin complicaciones, aunque ocasionalmente quedan secuelas auditivas, defectos cognitivos moderados o leves y epilepsia.
  • Sepsis (37%), es la forma más grave de presentación. Cursa con fiebre elevada de aparición brusca acompañada de la aparición de manchas de color rojo, marrón o púrpura (petequias) en la piel, que puede progresar en pocas horas a un cuadro más grave con hipotensión, insuficiencia suprarrenal aguda, fallo multiorgánico, shock refractario y muerte. La sepsis es una complicación que tiene lugar cuando el organismo produce una respuesta inmunitaria desbalanceada, anómala, frente a una infección. El 10-30% de los casos que sobreviven a una sepsis meningocócica desarrollan secuelas: amputaciones, cicatrices extensas por la necrosis cutánea, sordera o infartos cerebrales.
  • Sepsis con meningitis (8%)
  • Otras formas clínicas menos frecuentes (10%), pericarditis, artritis, neumonía, conjuntivitis y faringitis.

La prevención de la enfermedad meningocócica se hace a través de la vacunación. Actualmente contamos con vacunas conjugadas contra los serogrupos A, C, Y, W y una vacuna recombinante contra el serogrupo B.

MENVEO®, GSK

Incluída en Calendario Nacional de Vacunación a partir del año 2017
Vacuna antimeningocócica conjugada tetravalente serogrupos A,C,Y,W

Esquema:

  • A los 3, 5 meses y refuerzo a los 15 meses de vida. Intervalo mínimo entre dosis, 2 meses.
  • De 7 a 23 meses inclusive: una dosis y un refuerzo, con intervalo mínimo de 2 meses entre cada dosis.
  • A partir de los 24 meses de edad, una sola dosis resulta inmunogénica sin necesidad de dosis de refuerzo.
    Edad máxima de administración: 55 años.

NIMENRIX®, PFIZER

Vacuna antimeningocócica conjugada tetravalente serogrupos A,C,Y,W

Esquema:

  • Indicada a partir de las 6 semanas de vida.
  • 6 semanas a 6 meses: dos dosis con intervalo mínimo 2 meses y refuerzo a partir de los 12 meses.
  • A partir de los 6 meses: una dosis y refuerzo después de los 12 meses con intervalo mínimo 2 meses.
  • A partir de los 12 meses: una sola dosis
  • Edad máxima de administración: sin límite de edad superior

MenQuadfi®, SANOFI

Vacuna antimeningocócica conjugada tetravalente serogrupos A,C,Y,W

Esquema:

  • Se puede administrar como:
  • Vacunación primaria (dosis única) a personas a partir de los 12 meses de vida en adelante, sin límite de edad;
  • Vacuna de refuerzo (dosis única) a individuos que ya recibieron anteriormente una vacuna meningocócica con los mismos serogrupos ACWY.

Vacuna antimeningocócica B

BEXSERO®, GSK

Esquema: varía según la edad en la que comience el plan de inmunización

  • Entre los 2 y 5 meses: tres dosis con intervalo mínimo de 1 mes y dosis de refuerzo entre los 12 y 23 meses de edad.
  • Entre los 6 y 11 meses: dos dosis con intervalo mínimo de 2 meses y refuerzo en el segundo año de vida con intervalo mínimo de 2 meses entre la primovacunación y la dosis de refuerzo.
  • A partir de los 12 meses: dos dosis con intervalo mínimo de 2 meses, no habiéndose establecido necesidad de dosis de refuerzo.
  • Edad máxima de administración: 55 años.

Distintos estudios han demostrado que la reducción global de la enfermedad (impacto), es mayor cuanto más precoz sea el inicio de la vacunación.

Existe una gran heterogeneidad entre los serogrupos B identificados en las distintas regiones del mundo, por lo que no proporciona protección frente a todas las cepas de meningococo B circulantes. Se ha estimado que cubriría alrededor del 80% de las cepas circulantes en Argentina.

 

El comienzo de las clases es un momento clave en la vida de niñas y niños. La convivencia en la escuela con otros los expone al contagio de enfermedades prevenibles a través de la vacunación.

Durante el transcurso de la pandemia se ha visto una dramática caída de las tasas de vacunación. En promedio, la tasa de cobertura de las vacunas incluidas en el Calendario Nacional alcanzó el 69% en 2020, según los datos de la Dirección de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles del Ministerio de Salud de la Nación, muy lejos de las tasas de 90 % recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La mayor caída en el último año se registró en la cobertura de las vacunas que se aplican al ingreso escolar, muy probablemente como consecuencia del confinamiento y de la escolaridad virtual. Así, la vacuna contra la polio se redujo un 12,2% entre 2019 y 2020, la vacuna triple viral un 12,4% y la triple bacteriana o DTP un 12,7%.

Se torna entonces imprescindible poner énfasis en la importancia de cumplir con las pautas de vacunación establecidas en el Calendario Nacional y recuperar esquemas, en caso de ser necesario, para no dejar expuestos a las niñas y niños ante la posibilidad del resurgimiento de distintas enfermedades.

Las vacunas obligatorias al ingreso escolar (5/6 años) son:

  • Vacuna triple bacteriana (DTP), contra la difteria, tétanos y coqueluche.
  • Vacuna triple viral (SRP), contra sarampión, rubeola y parotiditis.
  • Vacuna antipoliomielítica inactivada (IPV).
  • Vacuna antivaricela (segunda dosis, incluida en el calendario nacional en enero de 2022).

Comité Científico
Fundación Vacunar
Diciembre 2022

 

Atención: a partir del 26/12/2022 no se aceptarán fotos de recetas enviadas por mail o WhatsApp ni fotocopias conforme a la nueva resolución 3622/2022 publicada en el boletín oficial por el Ministerio de Salud de la Nación.

Solo será aceptada la receta original física o electrónica con firma certificada y emitida por un sistema informático oficial, con excepción de algunas coberturas médicas.

 

 

Si durante los últimos 14 días viajaste a Medio Oriente es importante que leas y sigas estas recomendaciones del Ministerio de Salud.

En caso que tengas alguno de los síntomas detallados a continuación, es crucial que informes de manera urgente al servicio de salud.

La prevención es fundamental para cuidar la salud de todos.

La fiebre amarilla es una enfermedad infecciosa zoonótica viral aguda causada por el virus de la fiebre amarilla, transmitida por mosquitos de los géneros Aedes y Haemagogus.

La fiebre amarilla es una enfermedad infecciosa zoonótica viral aguda causada por el virus de la fiebre amarilla, transmitida por mosquitos de los géneros Aedes y Haemagogus. Es endémica en áreas subtropicales y tropicales de Sudamérica y África. Su presentación clínica es variada, fluctuando desde una enfermedad febril leve y autolimitada (lo más frecuente) hasta una enfermedad hemorrágica y hepática grave (con un 50 % de letalidad).

La palabra amarilla del nombre se refiere a los signos de ictericia que afecta a los pacientes con formas graves de la enfermedad.

El período de incubación es de tres a siete días. ​ La duración de la enfermedad en caso de curación es de una a dos semanas. Tras el período de incubación cabe distinguir dos formas clínicas: la leve y la grave.

  • Forma leve: es poco característica y sólo se sospecha en zonas endémicas, especialmente durante las epidemias. Comienza bruscamente con fiebre elevada, escalofríos y cefalea. Pueden existir, además, mialgias, náuseas, vómitos y albuminuria. Suele durar de uno a tres días y autolimitarse sin complicaciones.
  • Forma grave: tras un período inicial similar al anterior, en el que pueden existir además epistaxis y gingivorragia, se produce un descenso febril (remisión). A continuación reaparece la fiebre, se instaura ictericia (100 % de los casos), también puede aparecer insuficiencia hepática o renal con proteinuria (90 %) y agravamiento de la diátesis hemorrágica, con epistaxis abundantes, gingivorragia, punteado hemorrágico en el paladar blando y hematemesis de sangre negra y coagulada (vómito negro) (20 % de casos). Un signo clínico clásico es la existencia de bradicardia relativa a pesar de la fiebre elevada (signo de Faget). Al inicio existe leucopenia con neutropenia. Los restantes parámetros bioquímicos traducen sólo la existencia de fallo orgánico único o múltiple (generalmente hepático o renal) y deshidratación (alteraciones iónicas y del equilibrio ácido base).

La fiebre amarilla no tiene tratamiento especifico. Las medidas terapeuticas son de sostén.

PREVENCIÓN

Estrategia de vacunación

La vacuna contra fiebre amarilla está incluída en el Calendario Nacional de Vacunación para residentes argentinos en zona de riesgo como en las provincias de Misiones y Formosa y algunos departamentos de Corrientes, Chaco, Salta y Jujuy:

  • 1era dosis: 18 meses de vida
  • Refuerzo: 11 años
  • Viajeros: En caso de viajeros a zonas de riesgo, una sola dosis es suficiente para protegerse a lo largo de toda la vida (mínimo 10 días antes del viaje). Se sugiere consulta médica para evaluar posibles precauciones y/o contraindicaciones.

Contraindicaciones y precauciones para recibir la vacuna contra la fiebre amarilla.

  • Alergia a componentes de la vacuna (huevos de gallina y sus derivados y antibióticoscomo la neomicina y kanamicina)
  • Edad menor a 6 meses
  • Infección sintomática por VIH, o tener recuento de linfocitos CD4+ <200/mm3 (<15%del total en niños menores de 6 años)
  • Enfermedades del timo asociadas a función inmune anormal
  • Timomas benignos o malignos
  • Inmunodeficiencias primarias
  • Tumores malignos
  • Trasplantes
  • Tratamientos inmunosupresores o inmunomoduladores

Precauciones

Quienes integran los grupos que se detallan a continuación tienen un riesgo aumentado de efectos adversos potencialmente graves asociados a la vacunación. Para estos casos, se recomienda no viajar a destinos con transmisión activa de fiebre amarilla. Si el viaje fuera impostergable, un médico deberá evaluar la conveniencia de indicar la vacunación y emitir una orden médica para recibir la vacuna.

  • Edad 6 a 8 meses
  • Edad igual o mayor a 60
  • Infección asintomática por VIH y recuento de linfocitos T CD4+ entre 200 y 499/mm3 (15-24% del total en niños menores 6 años de edad)
  • Embarazo
  • Lactancia: las mujeres que están en periodo de lactancia entre el nacimiento y los 8 meses inclusive, podrán transmitir a sus hijos el virus vacunal a través de la leche.

Es importante tener en cuenta que esta vacuna se puede aplicar en el mismo momento que cualquier otra vacuna pero, en sitios diferentes. En el caso de vacunas de virus vivos atenuados (varicela, triple viral), si no se aplican simultáneamente debe respetarse un intervalo de ,al menos, 28 días entre una y otra aplicación.

Una persona debe viajar a un pais donde le piden el certificado de vacuna para la Fiebre Amarilla.

Recuerda que hace algunos años recibió esa vacuna pero no tiene el registro. ¿Qué hacer en esta circunstancia?

Siendo que el país receptor está usando la exigencia del “requerimiento internacional de FA”, el viajero debe obtener el certificado que acredite dicha vacunación.

Si se la aplicó en alguna entidad privada seguramente le pueden emitir un nuevo certificado sin necesidad de aplicársela de nuevo. Si se la aplicó en Sanidad de Fronteras, en ese caso, tiene que concurrir con la fecha de aplicación (aunque sea aproximada) para ver si en los libros de registro lo pueden encontrar y le emiten nuevamente el certificado, aunque si desconoce el año en que se la aplicó es difícil que logren localizar el registro. Caso contrario, si viaja a algún sitio con Requerimiento internacional de FA deberá aplicársela nuevamente para contar con el certificado.

Se debe tener presente que los efectos adversos graves asociados a la vacuna de FA, han sido descriptos con la primera dosis, con lo cual el refuerzo en un paciente sano, no debería revestir riesgo. 

Sitios de consulta:

www.cdc.gov/travel

http://www.icbcclub.com.ar/

https://www.slamvi.org/web/